Tener vecinos okupas no solo implica estar expuesto a actividades molestas, sino también a otros problemas como altos niveles de inseguridad o daños a la infraestructura común que terminarían afectando al resto de las propiedades (incluso su valor inmobiliario).
Si bien es cierto que el dueño de la vivienda ocupada es quien debe realizar una denuncia para pedir el desalojo, la Comunidad de Propietarios también puede tomar ciertas medidas ante una amenaza okupa. De hecho, la Ley de Propiedad Horizontal respalda este tipo de iniciativas, lo que les permitirá tener argumentos sólidos al momento de presentar la demanda civil.
Para que conozcas a profundidad cómo denunciar vecinos okupas con una alta probabilidad de éxito, te invitamos a leer este post en el que te indicamos qué hacer y todo lo que debes considerar antes de dar el primer paso ¡Empecemos!
La okupación de una vivienda está muy lejos de ser un problema que solo afecta al propietario. Lamentablemente, se trata de un fenómeno altamente perjudicial para todas las personas que viven alrededor del inmueble usurpado.
A continuación, te diremos qué problemas puede generar tener vecinos okupas en tu comunidad. De esta manera, podrán identificarlos y prevenirlos antes de que produzcan daños mayores:
Es bastante común que las viviendas vacías o abandonadas que son ocupadas ilegalmente no cuenten con suministros de gas, electricidad o agua corriente. Esto genera como consecuencia que la mayoría de los okupas lleven a cabo ciertas artimañas como los enganches ilegales.
Estas conexiones no solo pueden perjudicar la seguridad de la vivienda usurpada, sino que también generan riesgos de incendios, electrocución y daños en los sistemas de tuberías que afectarían al resto de los vecinos. De hecho, en el caso particular de un edificio, un enganche ilegal puede provocar una avería que afecte toda la estructura.
La presencia de okupas en una vivienda afecta la imagen de toda la comunidad, pues no solo generan problemas de inseguridad, sino que también pueden causar daños a nivel estructural con los mencionados enganches ilegales que reduzcan el potencial inmobiliario de las propiedades adyacentes.
En otras palabras, los inmuebles que se encuentran en la misma comunidad serán menos atractivos a los ojos de potenciales compradores, lo que podría hacer que su valor se desplome en un 40% y un 60% aproximadamente. Por lo tanto, en estas condiciones las casas serán aún más difíciles de vender.
En una propiedad okupada no se cumplen con pagos de cuotas o derramas (cuantía extraordinaria que tienen que pagar los vecinos cuando surge la necesidad de costear un gasto concreto del edificio). Como consecuencia de esta situación, nacen deudas injustas en la comunidad.
En este sentido, es muy común que se generen derramas extraordinarias a raíz de alguna avería que se produjo en un piso ocupado ilegalmente.
Además, tomando en cuenta que, por lo general, las viviendas okupadas no tienen ningún tipo de seguro ni realizan obras de mantenimiento, si ocurren este tipo de daños, las reparaciones corren a cargo de los propios vecinos o la comunidad de propietarios.
Ya sabemos que cuando se produce una okupación, crecen los índices de inseguridad y aumentan los problemas de convivencia en el entorno. Esto, en ocasiones, desencadena encuentros o situaciones violentas entre los okupas y los propios vecinos.
Situaciones de este tipo son bastante habituales porque el resto de propietarios se sienten inseguros en sus propias casas y, aunque suelen acudir a las autoridades, éstas no siempre toman las medidas oportunas o en el tiempo necesario.
Como consecuencia, en ocasiones optan por tomar medidas drásticas, aunque éstas no sean, ni de lejos, la solución adecuada para resolver un problema tan delicado como este.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el propietario de la vivienda okupada es quien debe poner la denuncia para dar inicio al proceso de desalojo. Sin embargo, la comunidad de vecinos también puede actuar a nivel legal tomando ciertas medidas contra los okupas.
Esta posibilidad resulta altamente reconfortante para muchos, pues a menudo los okupas generan daños en los bienes y zonas comunitarias, así como también llevan a cabo actividades ilícitas, molestas, nocivas e insalubres que afectan a las familias que viven alrededor.
Ahora bien, los pasos a seguir para denunciar todos estos daños desde la comunidad de vecinos son:
La Ley 49/1960, del 21 de julio sobre Propiedad Horizontal respalda las medidas mencionadas anteriormente en su artículo 7 que dicta lo siguiente:
«El presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualquiera de los propietarios u ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la inmediata cesación de las mismas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales procedentes. Si el infractor persistiere en su conducta el Presidente, previa autorización de la Junta de propietarios, debidamente convocada al efecto, podrá entablar contra él acción de cesación que, en lo no previsto expresamente por este artículo, se sustanciará a través del juicio ordinario.«
Como ya mencionamos anteriormente, cuando las okupaciones se producen en casas que no cuentan con suministros de electricidad, agua corriente o gas, los usurpadores suelen realizar los famosos «enganches» a las instalaciones de la comunidad.
Dado que estas artimañas son altamente perjudiciales, incluso para los inmuebles que están alrededor, los vecinos pueden llamar a las compañías correspondientes para solicitar una revisión en las conexiones y verificar si se ha producido un enganche.
En caso de que así sea, esto nos servirá como prueba a la hora de interponer la demanda con la comunidad de vecinos.
La Comunidad de Vecinos ha sido clave en la lucha contra la okupación y, a raíz de esto, han surgido otras alternativas de colaboración para denunciar y prevenir este tipo de delitos.
Una de las medidas más efectivas es saber cómo marcan las casas vacías los okupas, pues de esta manera nos mantenemos informados y alertas ante cualquier situación inusual que pueda dar lugar a una ocupación ilegal.
El tiempo también juega un papel fundamental a la hora de prevenir la invasión de una propiedad, por lo que es necesario informar lo antes posible a expertos en desokupación que te brinden soluciones reales a una situación que puede afectar seriamente a tu comunidad. Si este es tu caso, no dudes en contactarnos inmediatamente.
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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
